El turismo urbano se enfrenta actualmente al reto de promover prácticas públicas y empresariales capaces de aplicar metodologías y estrategias novedosas dentro de modelos de negocio y de gestión, basados en la creatividad y el talento, dirigidos a generar nuevos servicios y productos turísticos sostenibles. La cultura de innovación tiene, por consiguiente, efecto en la forma de gestionar el destino, en el estilo de dirección de las empresas turísticas, en la gestión de los recursos humanos, en el fomento de la creatividad, en el aprendizaje organizativo y en los sistemas de vigilancia e inteligencia tecnológica y competitiva.

En la nueva era del turismo digital, la inteligencia turística entra de lleno en los destinos urbanos y organizaciones que aspiran a incorporar la gestión y ordenación de la información en el desarrollo de nuevos modelos e iniciativas para ser competitivos y avanzar en la senda de la sostenibilidad.

El turismo en las ciudades también puede convertirse en un motor de innovación por la sostenibilidad urbana, con beneficios para todas las partes. Bien orientado, puede incidir en la generación de nuevos proyectos de regeneración urbana sostenible, y actuar como faro en la promoción de nuevas tecnologías y soluciones ecoeficientes en relación a la gestión de los recursos ambientales clave.